¿Es mejor emprender una actividad como autónomo o sociedad limitada unipersonal?
El momento de emprender una actividad empresarial o profesional conlleva tomar decisiones importantes, y una de las primeras es la forma jurídica bajo la cual se llevará a cabo la actividad económica. Existen dos opciones comunes para aquellos que desean iniciar solos: darse de alta como **autónomo** o crear una **sociedad unipersonal**.
Ambas tienen ventajas y desventajas que dependen del tipo de actividad, la escala del negocio y las expectativas del emprendedor.
1. Definición de autónomo y sociedad limitada unipersonal
Autónomo: Un trabajador autónomo es una persona física que realiza una actividad económica de forma independiente. Su estructura es simple y, por lo general, es la opción más común para pequeños negocios o freelances.
Sociedad Unipersonal: Es una sociedad mercantil en la que existe un único socio, lo que le da una estructura formal de empresa, pero sin la presencia de otros socios. Puede ser una Sociedad Limitada Unipersonal (SLU), por ejemplo. Aunque es una sociedad, el emprendedor tiene control total, al igual que en el caso del autónomo.
2. Diferencias principales entre ser autónomo y tener una sociedad unipersonal
A) Responsabilidad
Autónomo: La principal diferencia radica en la responsabilidad del emprendedor. Como autónomo, la persona responde con su patrimonio personal frente a deudas o posibles problemas económicos del negocio. Esto significa que, en caso de quiebra o deudas, los acreedores pueden reclamar no solo los bienes del negocio, sino también los bienes personales del autónomo.
Sociedad unipersonal: En una sociedad, la responsabilidad está limitada al capital aportado a la sociedad. Es decir, el patrimonio personal del empresario está separado del patrimonio de la empresa, lo que ofrece una mayor protección frente a riesgos financieros.
B) Costes iniciales y administrativos
Autónomo: El coste de darse de alta como autónomo es más sencillo, más rápido y más económico, la contabilidad de un autonomo, puede ser simplificada por lo que el coste administrativo es inferior al de la contabilidad de una sociedad.
Una sociedad unipersonal: Crear una sociedad unipersonal implica más tramites y más costes iniciales. En el caso de una SLU, es necesario aportar un capital social y constituir la sociedad ante notario mediante una escritura pública. La gestión de la contabilidad es más compleja, y se han de depositar las cuentas anuales en el registro mercantil.
C) Fiscalidad
Autónomo: Los autónomos tributan por el rendimiento de su actividad a través del impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), donde el tipo impositivo es progresivo, es más elevado a medida que aumentan los ingresos. Por lo que, para pequeños volúmenes de ingresos, puede ser más conveniente en comparación con los tipos impositivos de sociedades.
Sociedad unipersonal: Las sociedades tributan a través del impuesto sobre Sociedades, con tipos impositivos fijos, que puede ser más ventajoso para beneficios elevados. Las empresas también pueden desgravarse un mayor número de gastos, lo que puede resultar más favorable desde un punto de vista fiscal.
3. Ventajas y desventajas de cada opción
Autónomo
Desventajas:
- Responsabilidad ilimitada.
- Dificultad para distinguir los gastos personales de los de la actividad.
Ventajas:
- Menores costes de inicio y menor carga administrativa.
- Gestión de la contabilidad más sencilla.
Sociedad limitada unipersonal
Ventajas:
- Responsabilidad limitada al capital aportado.
- Mejor fiscalidad para grandes volúmenes de beneficios.
Desventajas:
- Costes y trámites iniciales más elevados.
- Mayor carga administrativa y contable.
- Mayor complejidad fiscal y de gestión.
4. ¿Qué opción es mejor?
No existe una respuesta única que aplique a todos los casos. La elección entre ser autónomo o crear una sociedad unipersonal dependerá de varios factores, como el tipo de negocio, las expectativas de crecimiento, el nivel de riesgo y la preferencia personal.
Si el negocio es pequeño, no requiere grandes inversiones iniciales y no implica muchos riesgos, puede ser conveniente empezar como autónomo debido a su mayor simplicidad y menores costes.
Si se espera un crecimiento significativo, se manejan mayores volúmenes de dinero o el sector en el que se opera valora que la forma jurídica de la empresa sea una sociedad.