Ventajas de cotizar por la realidad de los ingresos
Las novedades en las cuotas de los autónomos que se publicaban a finales de 2022 sufrían cambios para basarse en los ingresos reales.
Pero, ¿es una reforma con sentido? ¿Es mejor cotizar con un nuevo sistema basado en los ingresos reales? Totalmente. Veamos los principales motivos y ventajas de cotizar por la realidad de los ingresos.
En primer lugar, un sistema progresivo de pago de impuestos es algo justo y es lo que se venía demandando desde hace mucho tiempo, es decir, paga más quien más gana de la misma manera que sucede con asalariados en empresas. Recordemos que antes de esta reforma los autónomos estaban en la situación en que aquel que gana 400€ pagaba lo mismo que aquel que gana 10.000€.
Por otra parte era necesario reforzar la protección laboral que tienen los autónomos puesto que la pensión recibida por bajas es notablemente inferior respecto a los trabajadores por cuenta ajena. Los trabajadores de empresas llegan a cobrar alrededor de 1.300€ por los 800€ de un trabajador autónomo. Como la mayoría de los autónomos cotizaban por la base mínima se daban esta situaciones ya que en picos de trabajo existe poca motivación por la que cotizar más; las actuales horquillas por los ingresos reales implican una subida en las bases generales para diferentes grupos lo cual es altamente positivo para la protección social de lo autónomos. A su vez esto tiene su impacto en el sistema de pensiones y la jubilación que recibe un impulso en este mismo contexto.
También conviene centrarse en el grupo del colectivo de autónomos de España: aproximadamente dos tercios de los autónomos se sitúan en los dos primeros tramos (menos de 600 euros y entre 601-900 euros) y para ellos la cuota va a bajar notablemente hasta llegar a situarse por debajo de los 200 euros en 2030 si se sigue el plan previsto, una reducción de más del 30% en la cuota a lo largo de los próximos años.
Y todo ello acompañado de una mayor flexibilidad dado que pasan a poderse modificar los tramos hasta 6 veces al año para hacerlo lo más cercano posible a los ingresos reales.
Aunque pueda haber margen de mejora pudiendo fijar cuotas porcentuales para ingresos más bajos o se dará cierta economía sumergida para evitar saltar en tramos más altos, cotizar por la realidad de los ingresos es un sistema que se acerca a equiparar la aportación de cada autónomo en función del trabajo que realiza.